Hay numerosos estudios que demuestran que el láser elimina y destruye el pelo de forma permanente en un alto porcentaje del vello tratado y en la gran mayoría de pacientes.

Se recomienda hacer algunas sesiones de mantenimiento a largo plazo para el posible vello residual que pueda permanecer.

Sí, cualquier zona del cuerpo que tenga el pelo apropiado es susceptible de ser depilada (piernas, ingles, axilas, brazos, espalda, área facial, etc.) y es especialmente útil en aquellas zonas donde se producen intolerancias a la depilación tradicional como manchas, foliculitis, quistes, etc.

Se recomienda siempre hacer una valoración previa del paciente, para verificar si el pelo tiene la carga de melanina suficiente para ser tratado.

Si se trata de un vello fino y de color negro o castaño, podrá tratarse, aunque posiblemente requerirá de un mayor número de sesiones por su menor contenido en melanina. Si se trata de un pelo rubio o blanco, no se podrá tratar con láser al carecer de melanina.

Sí, y es especialmente útil en deportistas que necesitan obtener el máximo rendimiento de su cuerpo.

En general es un tratamiento bien tolerado por la mayoría de pacientes. Durante la sesión de depilación láser se nota una leve y pasajera sensación de calor que queda atenuada por la aplicación de aire frío asociado a la emisión de la luz láser, lo cual aporta mucho confort a la piel de los pacientes. En algunos casos puede ser recomendable la aplicación de una crema anestésica, siempre bajo supervisión médica.